Spagnolo
Vocabolario e frasi
* Advertido y medroso de esto el castellano, trajo luego un libro donde asentaba la paja y cebada que daba a los arrieros, y con un cabo de vela que le traÃa 60un muchacho, y con las dos ya dichas doncellas, se vino adonde don Quijote estaba, al cual mandó hincar de rodillas, y, leyendo en su manual como que decÃa alguna devota oración, en mitad de la leyenda alzó la mano y diole sobre el cuello un buen golpe y, tras él, con su misma espada, un gentil espaldarazo, siempre murmurando entre dientes, como que rezaba.( Cervantes - Don Quijote)<>
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* Pero bien considerado, ¿qué se le ha de dar a la señora Aldonza Lorenzo, digo, a la señora Dulcinea del Toboso, de que se le vayan a hincar de rodillas delante della los vencidos que vuestra merced le envÃa y ha de enviar? Porque podrÃa ser que al tiempo que ellos llegasen estuviese ella rastrillando lino, o trillando en las eras, y ellos se corriesen de verla, y ella se riese y enfadase del presente( Cervantes - Don Quijote)<>
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* Y, en llegando junto a él, el escudero se arrojó de la mula y fue a tomar en los brazos a Dorotea, la cual, apeándose con grande desenvoltura, se fue a hincar de rodillas ante las de don Quijote, y, aunque él pugnaba por levantarla, ella, sin levantarse, le fabló en esta guisa: —De aquà no me levantaré, ¡oh valeroso y esforzado caballero!, fasta que la vuestra bondad y cortesÃa me otorgue un don, el cual redundará en honra y prez de vuestra persona y en pro de la más desconsolada y agraviada doncella que el sol ha visto.( Cervantes - Don Quijote)<>
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* —Pues si eso es asà —dijo Sancho—, ¿cómo hace vuestra merced que todos los que vence por su brazo se vayan a presentar ante mi señora Dulcinea, siendo esto firma de su nombre, que la quiere bien, y que es su enamorado? Y siendo forzoso que los que fueren se han de ir a hincar de finojos ante su presencia y decir que van de parte de vuestra merced a dalle la obediencia, ¿cómo se pueden encubrir los pensamientos de entrambos? —¡Oh, qué necio y qué simple que eres! —dijo don Quijote—.( Cervantes - Don Quijote)<>
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* HabÃa en este entretanto vuelto Dorotea en sÃ, y habÃa estado escuchando todas las razones que Luscinda dijo, por las cuales vino en conocimiento de quién ella era; que, viendo que don Fernando aún no la dejaba de los brazos ni respondÃa a sus razones, esforzándose lo más que pudo, se levantó y se fue a hincar de rodillas a sus pies, y, derramando mucha cantidad de hermosas y lastimeras lágrimas, asà le comenzó a decir: —Si ya no es, señor mÃo, que los rayos deste sol que en tus brazos eclipsado tienes te quitan y ofuscan los de tus ojos, ya habrás echado de ver que la que a tus pies está arrodillada es la sinventura, hasta que tú quieras, y la desdichada Dorotea.( Cervantes - Don Quijote)<>
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* El duque mandó a sus cazadores que acudiesen al caballero y al escudero, los cuales levantaron a don Quijote maltrecho de la caÃda, y, renqueando y como pudo, fue a hincar las rodillas ante los dos señores; pero el duque no lo consintió en ninguna manera; antes, apeándose de su caballo, fue a abrazar a don Quijote, diciéndole: —A mà me pesa, señor Caballero de la Triste Figura, que la primera que 511 512vuesa merced ha hecho en mi tierra haya sido tan mala como se ha visto; pero descuidos de escuderos suelen ser causa de otros peores sucesos( Cervantes - Don Quijote)<>
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* Creyeron los apicarados ministros, y aun el maestresala que venÃa con ellos, que la duquesa hablaba de veras, y, asÃ, quitaron el cernadero del pecho de Sancho, y todos confusos y casi corridos se fueron y le dejaron; el cual, viéndose fuera de aquel a su parecer sumo peligro, se fue a hincar de rodillas ante la duquesa, y dijo: —De grandes señoras grandes mercedes se esperan; esta que la vuestra merced hoy me ha fecho, no puede pagarse con menos si no es con desear verme armado caballero andante para ocuparme todos los dÃas de mi vida en servir a tan alta señora.( Cervantes - Don Quijote)<>
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