NS NihilScio
* Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas: —¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete! Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse; lo cual visto por don Quijote, dijo: —Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar( Cervantes - Don Quijote)

* —Pues ¿en cuántos le parece a vuestra merced que podremos mover los pies? —replicó Sancho Panza( Cervantes - Don Quijote)

* Retiróse el ventero a su aposento, el arriero a sus enjalmas, la moza a su rancho; solos los desventurados don Quijote y Sancho no se pudieron mover de donde estaban.( Cervantes - Don Quijote)

* Los enlutados, asimismo revueltos y envueltos en sus faldamentos y lobas, no se podían mover; así que, muy a su salvo, don Quijote los apaleó a todos y les hizo dejar el sitio mal de su grado, porque todos pensaron que aquel no era hombre, sino diablo del infierno que les salía a quitar el cuerpo muerto que en la litera llevaban( Cervantes - Don Quijote)

* A lo cual respondió el caído: —Harto rendido estoy, pues no me puedo mover, que tengo una pierna quebrada; suplico a vuestra merced, si es caballero cristiano, que no me mate, que cometerá un gran sacrilegio; que soy licenciado y tengo las primeras órdenes( Cervantes - Don Quijote)

* Viendo, pues, Sancho la última resolución de su amo, y cuán poco valían con él sus lágrimas, consejos y ruegos, determinó de aprovecharse de su industria, y hacerle esperar hasta el día, si pudiese; y así, cuando apretaba las cinchas al caballo, bonitamente y sin ser sentido ató con el cabestro de su asno ambos pies a Rocinante, de manera que, cuando don Quijote se quiso partir, no pudo, porque el caballo no se podía mover sino a saltos( Cervantes - Don Quijote)

* Viendo Sancho Panza el buen suceso de su embuste, dijo: —Ea, señor, que el cielo, conmovido de mis lágrimas y plegarias, ha ordenado que no se pueda mover Rocinante y, si vos queréis porfiar y espolear y dalle, será enojar a la fortuna y dar coces, como dicen, contra el aguijón( Cervantes - Don Quijote)

* Desesperábase con esto don Quijote y, por más que ponía las piernas al caballo, menos le podía mover; y, sin caer en la cuenta de la ligadura, tuvo por bien de sosegarse y esperar, o a que amaneciese, o a que Rocinante se menease, creyendo, sin duda, que aquello venía de otra parte que de la industria de Sancho; y así, le dijo: —Pues así es, Sancho, que Rocinante no puede moverse, yo soy contento de esperar a que ría el alba, aunque yo llore lo que ella tardare en venir( Cervantes - Don Quijote)