* 58pequeña llena de ungüentos para curar las heridas que recibían, porque no todas veces en los campos y desiertos, donde se combatían y salían heridos, había quien los curase, si ya no era que tenían algún sabio encantador por amigo, que luego los socorría, trayendo por el aire, en alguna nube, alguna doncella o enano con alguna redoma de agua de tal virtud que, en gustando alguna gota de ella, luego al punto quedaban sanos de sus llagas y heridas, como si mal alguno hubiesen tenido; mas que, en tanto que esto no hubiese, tuvieron los pasados caballeros por cosa acertada que sus escuderos fuesen proveídos de dineros y de otras cosas necesarias, como eran hilas y ungüentos para curarse; y cuando sucedía que los tales caballeros no tenían escuderos, que eran pocas y raras veces, ellos mismos lo llevaban todo en unas alforjas muy sutiles, que casi no se parecían, a las ancas del caballo, como que era otra cosa de más importancia; porque, no siendo por ocasión semejante, esto de llevar alforjas no fue muy admitido entre los caballeros andantes, y por esto le daba por consejo, pues aun se lo podía mandar como a su ahijado, que tan presto lo había de ser, que no caminase de allí adelante sin dineros y sin las prevenciones referidas, y que vería cuán bien se hallaba con ellas, cuando menos se pensase( Cervantes - Don Quijote)
* Antojósele en esto a uno de los arrieros que estaban en la venta ir a dar agua a su recua, y fue menester quitar las armas de don Quijote, que estaban sobre la pila, el cual, viéndole llegar, en voz alta le dijo: —¡Oh tú, quienquiera que seas, atrevido caballero, que llegas a tocar las armas del más valeroso andante que jamás se ciñó espada, mira lo que haces y no las toques, si no quieres dejar la vida en pago de tu atrevimiento! No se curó el arriero de estas razones, y fuera mejor que se curara, porque fuera curarse en salud; antes, trabando de las correas, las arrojó gran trecho de sí.( Cervantes - Don Quijote)
* Y, diciendo estas y otras semejantes razones, soltando la adarga, alzó la lanza a dos manos y dio con ella tan gran golpe al arriero en la cabeza que le derribó en el suelo, tan maltrecho que, si segundara con otro, no tuviera neceDON QUIJOTE DE LA MANCHA 59 sidad de maestro que le curara.( Cervantes - Don Quijote)
* —¡Mirá en hora maza —dijo a este punto el ama—, si me decía a mi bien mi corazón del pie que cojeaba mi señor! Suba vuestra merced en buen hora, que, sin que venga esa Urgada, le sabremos aquí curar.( Cervantes - Don Quijote)
* Pero, con todo esto, sería bien, Sancho, que me vuelvas a curar esta oreja, que me va doliendo más de lo que es menester( Cervantes - Don Quijote)
* Tenía el ventero por mujer a una, no de la condición que suelen tener las 114de semejante trato, porque naturalmente era caritativa y se dolía de las calamidades de sus prójimos, y así, acudió luego a curar a don Quijote, y hizo que una hija suya doncella, muchacha y de muy buen parecer, la ayudase a curar a su huésped.( Cervantes - Don Quijote)
* Levantóse Sancho con harto dolor de sus huesos, y fue a oscuras donde estaba el ventero, y, encontrándose con el cuadrillero, que estaba escuchando en qué paraba su enemigo, le dijo: —Señor, quien quiera que seáis, hacednos merced y beneficio de darnos un poco de romero, aceite, sal y vino, que es menester para curar uno de los mejores caballeros andantes que hay en la tierra, el cual yace en aquella cama malferido por las manos del encantado moro que está en esta venta( Cervantes - Don Quijote)
* Acudió Sancho a su asno para sacar de las alforjas con qué limpiarse y con qué curar a su amo, y, como no las halló, estuvo a punto de perder el juicio.( Cervantes - Don Quijote)